De los muchos santos y sus vidas que hemos visto en este espacio hay un que se celebró el 6 de diciembre que tuvo una especial importancia, al paso del tiempo sus prodigios fueron desvirutados y asociados a celebraciones paganas para luego, en el siglo XX ser retomado bajo unos atributos distantes a su concepción original y que dieron por resultado uno de los personajes más comecializados y que, todo indica, está en vías de desaparición. El personaje original fue San Nicolás de Bari y el que se sigue comercializando es el Santa Clós.
San Nicolás nació en la actual Turquía, dentro de una católica familia acomodada, en el año 270. Al fallecer sus padres decide repartir su fortuna con los pobres arguyendo que la riqueza no debe estar concentrada, le fue dado el cargo de obispo en una ciudad importante en su época llamada Myra, razón por la cual se le conoce en la Iglesia oriental como San Nicolás de Myra. Dentro de su iconografía lo veremos siempre con el báculo y la mitra que nos da cuenta de su título de obispo. Aparecerá regularmente junto a tres niños, esto debido a que uno de los milagros más conocidos de él es el haber resucitado a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante. Se dice de otros tres niños que habían sido sacrificados por haber dado de comer a una persona, estos niños aparecen dentro de una cubeta, que es otro elemento de su iconografía.
Por alguna razón que desconozco, (seguramente la divinidad), San Nicolás de Bari está asociado al número tres, pues se dice que él ayudó a unas chicas, tres, que no tenían la dote suficiente para casarse. Y él les dejaba en la noche, junto a sus medias que se quedaban en cerca de la hoguera para secarse, bolas de oro, así pudieron juntar su dote y nace allí esa asociación de ideas que pone a San Nicolás cercano a los niños y ofreciendo regalos en la noche. Murió en Myra, sitio que luego fue invadido por sarracenos, razón por la cual sus restos son trasladados al puerto de Bari, en Italia. Lugar en el cual se levanta la basílica en el que se honran sus reliquias. Durante toda la Edad Media la veneración hacia ese santo fue grande, fue declarado Santo Patrono de Rusia, Grecia y Turquía.
En el norte de Europa en las tradiciones nórdicas existía siempre un personaje que en las festividades del solsticio de invierno (21 de diciembre) aparece otorgando regalos y bendiciones, especialmente a los niños. Uno de ellos Nickar, el cual aparecía esa noche del solsticio montado en un reno volador; Joulupukki era asociado en lugar de un reno a una cabra, un macho cabrío que no daba regalos sino los arrebataba, era un ser de maldad. Odín, el personaje más importante de la mitología nórdica aparecía en los cielos volando en un caballo blanco de ocho patas. El culto de San Nicolás llegó a Holanda cuando esta región europea era parte de la Corona española, fue allí donde las ideas paganas del norte de Europa se fusionaron con las tradiciones católicas y San Nicolás aparecía también en un caballo blanco, recordando al del dios Odín, vestido como obispo portando el báculo y la mitra, la tradición del Sinterklass estaba ya creada.
Al paso del tiempo con la migración de holandeses hacia los Estados Unidos llevan con ellos la tradición del Sinterklass, la cual es reconocida por los demás migrantes que venían de la región nórdica europea. Ya para 1860 la idea del San Nicolás de Bari vistiendo su atuendo de obispo, incluida la mitra, desaparece y da paso a un anciano vestido en el verde de la esperanza que el caricaturista Thomas Nast dibuja por primera vez en ese año y la revista estadounidense Harper's Bazaar la publica el 3 de enero de 1860, se daba finalmente el sincretismo de sincretismos y nacía la imagen de Santa Claus.
Es en 1930 que el Santa Claus creado por Nast adquiere los detalles con los que actualmente lo conocemos, su creador fue un sueco, avecindado en los Estados Unidos, Hadbon Sundblom, quien lo viste de rojo, le pone muchos kilos encima, todo esto bajo el patrocinio de la firma refresquera que aun hoy día sigue usando la imagen para una copiosa publicidad navideña. Quien sirvió de modelo para recrear la imagen de Santa Claus que dista en mucho del original San Nicolás de Bari llevaba el nombre de Lou Prentice.
Y para nosotros, los que vivimos en el Bajío y que hace mucho tiempo formábamos parte del Obispado de Michoacán, ese que encabezaba Tata Vasco, será bueno recordar que, una de las principales devociones que él tenía era hacia San Nicolás de Bari y si la Universidad Michoacana se llama de San Nicolás, se refiere, precisamente a él, a San Nicolás de Bari.
No hay comentarios:
Publicar un comentario