Hacía ya algunas semanas que no abordábamos el tema de las haciendas de Salamanca, son ya varias de las que hemos dado algunos datos, la mayoría de ellas desaparecidas, algunas desconocidas en las páginas de la historia local, otras olvidadas, pero todas estuvieron allí, en los tiempos ya idos, cuando la población de México era eminentemente rural. Saliendo hacia el norte de la ciudad, por la calle de Obregón, que luego se transforma en Tenixtepec para seguir como Boulevar Manuel Clouthier, salimos de la zona urbana, luego de cruzar el puente de la Autopista. Aparece el primer rancho, a la derecha, el de Oteros, dos o tres kilómetros más adelante vemos el de Guadalupe y por ahí un camino que nos conduce al rancho del Coecillo. Estamos ya en lo que fuera hasta la primera década del siglo XX, dentro de los terrenos de la Hacienda de Guadalupe.
Tierras negras, las más productivas, son las que vemos por ese rumbo, que son las que dominan en todo lo que en algún tiempo se llamó la Charca y también el Valle de Salamanca, nombres ya prácticamente desaparecidos. Hablando de tierras, es interesante saber que en el catálogo de precios de las mismas, las que se cotizaban más alto eran las llamadas "aventureras", le seguían las "negras", otras se llamaban "polvorilla" que eran buenas pero su rendimiento un poco menor a las dos anteriores. Las había "barrial" y "airosa", siendo la de menor precio la conocida como "cerril". Había también ciertas modificaciones en los precios establecidos cuando los terrenos eran un poco mezclados entre uno y otro tipo de tierra.
La Hacienda de Guadalupe contenía todos estos tipos de tierra, lo cual nos dice que su extensión abarcaba desde lo que hoy es la carretera de Salamanca a La Ordeña, hasta el Cerro Gordo. Su origen lo podemos establecer en el último cuarto del siglo XVII, pues en el Padrón de la Jurisdicción que se levanta en 1683 aparece ya como un Rancho bajo el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe, con apenas 4 personas viviendo allí. (1) Para mediados del siglo XVIII, en 1754, aparece registrado ya como una Hacienda, con 29 personas viviendo allí. (2) Habrá que recordar que en estos registros no se incluían a los menores de 7 años, pues ellos no estaban sujetos al pago del diezmo, se ha estandarizado, según el estudio de Claude Morin, que los niños representaban el 27% de la población, por lo que podemos deducir que eran 10 los menores que por ahí vivía, teniendo la Hacienda de Nuestra Señora de Guadalupe, un total de 39 personas habitándola.
Ya para finalizar el siglo XVIII, en un censo que se realiza en la Intendencia de Guanaxuato, esta vez por parte del gobierno virreinal y no del obispado, se anotan 39 las haciendas existentes en el partido de Salamanca, una de ellas la de Guadalupe. Dicho documento no menciona el número de pobladores (3).
Durante la guerra de Independencia, Salamanca fue escenario continuo de ataques, no tanto en la zona urbana, pero sí en la rural pues por aquí pasaban ambos contingentes, en ocasiones eran los Insurgentes los que atacaban las haciendas, en otras los realistas. Ya entrado el siglo XIX, en esos convulsionados tiempos, previos a las Leyes de Reforma, en la jurisdicción se lleva a cabo un minucioso registro de las propiedades rurales, esto con el fin de calcular el impuesto correspondiente. Esto ocurre en 1853 y es la mejor y más completa información que logramos obtener de la Hacienda de Guadalupe.
En ese registro se menciona que había dos trojes de piedra, valuados en 200 pesos y una noria con valor de 250. No dice de una Casa Grande, pero eso más bien es concepto del periodo porfiriano. Como quiera vemos el dato de que había estas construcciones, mismas que están ya desaparecidas en la actualidad. Había 7 yuntas en la Hacienda de Guadalupe, con un valor de 210 pesos. La propiedad abarcaba 22 caballerías de distintos tipos de tierra, esto, considerando que una caballería es el equivalente a 42.79 hectáreas, nos dice que la extensión total era de 941 hectáreas. Con un valor total de $13,460 pesos. (4)
Las caballerías de tierra en Guadalupe se dividían en 4 de tierra Negra; 2 de tierra Polvorilla; 6 de tierra Barrial; 4 de tierra Airosa y 8 de tierra Cerril. Pocos años después de este registro, casi al concluir 1864, año en que comenzó el Segundo Imperio, el registro de haciendas en la jurisdicción de Salamanca era de 22, ocupando la de Guadalupe el número 13 en extensión. El propietario era don J. Guadalupe Delgado, personaje del que no tenemos más datos que su nombre. (5)
Para 1887, apenas iniciado el periodo histórico que conocemos como porfiriato, el Censo levantado entonces, arroja una población de 141 personas en la Hacienda de Guadalupe. (6) Para el censo de 1895 eran 206 sus habitantes (7); para 1900, 309 (8). Vendría luego la Revolución y su consecuente reparto agrario, es entonces que la Hacienda de Guadalupe es borrada, de tajo, de la geografía rural salmantina. En la actualidad son dos ranchos los que vemos por términos de lo que fuera esa hacienda: el de Guadalupe y el del Coecillo.
La zona de la Hacienda de Guadalupe estaba rodeada, claro es, de otras haciendas, sus límites eran hacia el oriente, la parte norte del cerro Gordo; al sur, la Hacienda de Dolores; al norte la Hacienda de San Nicolás de Ancón; al poniente la Hacienda de Doña Rosa; al sur poniente la Hacienda de Loma de Granados. Es de nuestro especial interés seguirnos adentrando en el estudio y localización de todas y cada una de las Haciendas que prosperaron en tiempos pasados en el actual municipio de Salamanca, seguiremos en ello.
En el siguiente mapa satelital podrás ver las ubicaciones de las haciendas mencionadas:
Fuentes:
1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del Obispado de Michoacán, 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora. 1996. pp. 415-427.
2.- González Sánchez, Isabel. El Obispado de Michoacán en 1765. Comité Editorial del Gobierno de Michoacán. Morelia, 1985. pp. 302-305.
3.- Castro Rivas, Jorge. Relación histórica de la Intendencia de Guanajuato durante el periodo de 1787-1809. Universidad de Guanajuato, 1998. pp. 162-163.
4.- Orden del recaudador subalterno de contribuciones de Salamanca. 14 de octubre de 1853. Archivo Histórico de Salamanca. Gobierno, Censos y Padrones, 1818-1873. Caja 84.
5.- Padrón General de fincas rústicas de Salamanca. 1º de diciembre de 1864. AHMS. Gobierno, Censos y Padrones 1818-1873. Exp 13, Caja 84, L-4.
6- Peñafiel, Antonio. Estadística General de la República. Ministerio de Fomento, México 1887. pp. 141-147
7.- Censo de población 1895. AHMS. Gobierno, Censos y Padrones. Caja 84
8.- González, Pedro. Geograía local del Estado de Guanajuato. Tip. Escuela Industrial J.O.G. Militar. Guanajuato, 1904. p. 197
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