Efectivamente, fue en la edición norteamericana de la afamada revista National Geographic en su edición original, la norteamericana, que publicaron un artículo no sobre Salamanca en particular, sino sobre el Bajío en general. El artículo, como suele suceder en toda publicación que hable sobre la región, se centra, en buena medida, en la ciudad de Guanajuato, su riqueza histórica, artística y cultural. Da un segundo paso y habla sobre San Miguel Allende y de allí comienzan a hacer un breve, muy breve recorrido por el Estado.
Es Charles E. Cobb, Jr. quien escribe el artículo y Danny Lehman quien toma las fotografías. La edición corresponde a Diciembre de 1990, han pasado 23 años. Bien sabemos lo que ocurría en Salamanca entonces, los altos índices de contaminación, no solo producidos por Pemex, sino por la CFE, Tekem y las demás industrias químicas. Llegan estos dos norteamericanos a bordo del Constitucionalista, nombre que recibía la línea de ferrocarril de pasajeros que existía entonces. Ellos no saben que apenas 4 años después este tren y todos los de pasajeros (a excepción del Chihuahua-Los Mochis) dejarían de dar el servicio.
Hacen una muy breve reseña histórica, se habla del descubrimiento de las afamadas minas guanajuatnenses, de sus riquezas, de que la Independencia comenzó aquí, de la visita de Maximiliano, pasan luego a la parte política, incluyen una foto del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, saludando de mano a los ciudadanos que se le arremolinaban en Irapuato, hay una toma (abajo) en que se ven los usuales letreros de campaña política, en este caso la del que fue gobernador, Rafael Corrales Ayala. Hablan luego de las bellezas de San Miguel, de algunas historias de buenos negocios agrícolas y, de pronto, ya casi para concluir el artículo se habla sobre Salamanca:
"La densidad de industrias a lo largo del río Lerma ha provocado el incremento de la contaminación. Un contaminador es la enorme empresa petrolera, propiedad del gobierno, la refinería de Pemex localizada en Salamanca, que provee de lubricantes y gasolinas a todo el país. En Arroyo Feo, una angosta corriente de aguas sucias y cafés vacían sus aguas en el río Lerma, muy cerca de la planta de Pemex, Margarito Rodríguez Cornejo suspirando con tristeza me dijo: "Cuando plantaba alfalfa el año pasado y la regué con esa agua, marchitaron, después murieron".
"En el pasado nadie hablaba del problema, dijo Mijangos Borja, ahora sí lo hacen. Treinta y seis plantas de tratamiento de aguas estarán en operación en el Bajío en el próximo año. Y Pemex está trabajando en un proyecto de reciclaje de agua usadas en la refinería de Salamanca". (1)
Bueno, eso le dijeron al reportero de National Geographic hace 23 años, la realidad, los que vivimos en Salamanca la sabemos.
Fuente:
National Geographic. (Edición USA). Vol. 178, No. 6, Diciembre 1990. pp. 122-143.
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