Grata en verdad fue la visita al Templo Ortodoxo de San Antonio el Grande en las cercanías de Jilotepec, Estado de México. El recinto tiene apenas una década de haber sido abierto y es en verdad bello. El monasterio se ubica lejos de las zonas urbanas, la paz, el silencio y la armonía es lo que circunda al recinto. Me comentan que se llevaron varios años los pintores rusos, especialistas en la auténtica y tradicional Iconografía Ortodoxa en realizar los trabajos de pintura decorativa que vemos plasmada artísticamente en sus paredes y techo. Santos, Mártires y, especialmente las doce escenas más representativas de la vida de Nuestro Señor y su Madre, la Virgen María son las que decoran la parte alta de los muros. Una experiencia fue conocer el Templo Ortodoxo del Monasterio de San Antonio el Grande y tener la oportunidad de contemplar tan singular arte.
cómo llegar ahí?
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