Esta, como muchas otras estampas religiosas son impresionantes, en la que ahora vemos aparece el que fuera el Primer Obispo de París, San Dionisio, o, como se le conoce en Francia: Saint Denis, nombre que se popularizó mucho en la segunda mitad del siglo XX usando la forma francesa de pronunciarlo. La razón por la cual es representado de este modo es debido a que él junto con otros dos (San Rústico y San Eleuterio), fueron martirizados en París y, cuenta la leyenda que Dionisio caminó seis kilómetros con la cabeza en la mano hasta que encontró a una piadosa mujer a la que se la entregó y en ese momento cayó muerto. Su culto es añejo pues los registros lo ubican en la segunda mitad del siglo III, convirtiéndose su culto en uno e los más antiguos.
Y, ocurrió que, en México y en todo el mundo Católico había una antigua tradición, esa de nombrar a una persona de acuerdo al día del santo que el calendario marcaba y San Dionisio es celebrado el 9 de octubre. Por lo tanto, manteniendo la tradición, aquellos que nacieran ese día llevarían por nombre el de Dionisio.
Al revisar en el Archivo Parroquial de Salamanca, Guanajuato, encuentro este registro que me llama poderosamente la atención, pues allí se asienta claramente esa tradición que, como se canta en Las Mañanitas: "hoy por ser día de tu Santo, te las cantamos así..."
"En el año del Señor de mil setecientos y once, en nueve de octubre, en la Iglesia Parroquial de esta Villa de Salamanca, yo, el infraescrito, Teniente de Cura, bauticé solemnemente a un infante que nació el día de San Dionicio; mestizo a quien puse por nombre Dinoicio Quiterio, hijo de Miguel de la Peña y de Francisca Marín, del Rancho de Santa Catarina de este Partido, y advertí el parentesco que contraían y fueron sus padrinos Juan de la Cruz y María Muñoz del Cerro Gordo y para que conste lo firmo".
Gaspar Juan González.
Como seguramente lo habrás notado, uso la ortografía actual para hacer más entendible el documento en el que abundan, como ocurría regularmente en esa época, las abreviaturas. Una de las cosas que puedo comentar, luego de haber revisado los primeros tomos de los Libros de Bautismo, desde el primero que existe, de Noviembre de 1653, hasta Diciembre de 1600, es decir, todo lo que hay registrado en Salamanca durante el siglo XVII, no encontré ninguno en donde se asentara la nota asociada al "día del Santo", no podría segurar si esto permaneció a lo largo del siglo XVIII pues es de los primeros documentos del 1700 que reviso. Me parece sumamente curiosa la anotación, quizá era el estilo que tenía el Cura Gaspar G. González, eso lo sabré más adelante, cuando me dedique a revisar los varios tomos que corresponden a todos los nacidos en la villa de Salamanca durante el siglo XVIII.
Pero puedo adelantar que esto fue meramente circunstancial, lo digo porque el nombre de Dionisio era bien conocido por los sacerdotes ya que estaba incluido en el Cánon, es decir, en las fórmulas que anteceden a la consagración, creo que esto era en el mamado "Ordo Antiguo", en esta base, el Cura sabía bien que santo se celebraba ese día, pues, al ver el siguiente registro, fechado el 20 de Octubre, en donde dice del bautismo de una infanta nacida "el ocho de este mes", pero no menciona santo alguno, el resto del registro conserva los parámetros establecidos, que es anotar su origen, es decir, la casta a la que pertenecía, y la anota como mulata, hija natural, de padre no conocido, pero no es una expuesta o expósita, pues su madre fue quien la llevó a bautizar, ella era Agustina de la Cruz, una mulata, y su madrina fue Micaela de Zurita, quizá descendiente del que fuera el Depositario de la Villa, Alonso de Zurita. La niña llevó por nombre el de Margarita Efigenia. Por cierto, ninguna de esas dos santas se festejan el 8 de octubre.... la tradicional regla no se siguió en este caso.
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