Mantengo aun la idea de publicar un libro sobre las Haciendas de Salamanca, la información que he ido acumulado en los últimos cinco años es tal que bien podemos sustentar la historia de esos verdaderos monumentos (al menos así los considero) que se construyeron desde finales del siglo XVII hasta los primeros años del XX. Las haciendas en la municipalidad de Salamanca siempre oscilaron entre las 20 y 25 y hay un nombre que continuamente se repite, el de San Antonio. En ocasiones anotada como Rancho, en otras, como Hacienda y hay una que, por todas las referencias que se da, estaba hacia el sur, del otro lado del Río, y es hasta ahora que encuentro el punto en donde se localizaba exactamente, lo podemos ver con claridad en este mapa que no tiene fecha de elaboración pero que presumo es de mediados del siglo XIX.
Usando este mapa satelital y comparándolo con el anterior, ubicamos tres puntos en la actual Colonia Guanajuato, uno, la que fuera la Hacienda de San Nicolás del Molino, propiedad durante muchos años de los padres agustinos, aun tenemos la referencia de El Molinto, que nos indica lo que allí existió. El casco del Rancho de Chávez lo seguimos viendo por la calle Uriangato, aunque hay quien piensa que esa era una hacienda, nunca tuvo ese rango, siempre aparece registrada la propiedad como un rancho y, un poco más al sur, por donde se ubica actualmente la Avenida Salamanca, allí estaba la Hacienda de San Antonio.
El registro que ahora vemos, en donde se anotan todos los ranchos y haciendas que había en el Estado de Guanajuato que llevaban por nombre el de San Antonio, vemos que una Hacienda de ese nombre había en Salamanca, otra en Valle de Santiago, una más en Apaseo, Acámbaro y Santa Cruz, los datos corresponden al censo levantado en 1890 (1). Yéndonos más atrás en el tiempo, encontramos que uno de los primeros registros que hay de la villa de Salamanca fue el levantado en 1683 (2), para entonces aparece un Rancho de San Antonio de Tena, pero no debemos confundirnos ya que Tena es lo que hoy conocemos como Colonia las Reynas. No vuelve a aparecer el nombre de San Antonio en las fincas rústicas de Salamanca hasta la relación que se levanta en la Intendencia de Guanaxuato en 1792 (3), allí se indica de una propiedad, aparentemente en la rivera sur del Río Grande, nombrada como San Antonio del Valle; ese nombre del Valle bien podría ser indicativo del que por mucho tiempo fue el Depositario que hubo en la villa de Salamanca, Gabriel del Valle (recordemos que hay una comunidad que aun lleva el nombre de Puerto de Valle), aunque hay quien confunde ese Valle por el Valle de Santiago, más bien se refiere al que fue Depositario y que su descendencia mantuvo varias propiedades por ese rumbo sur de la actual ciudad de Salamanca.
Encontramos un documento sumamente interesante (y abundante en datos) para la Historia de Salamanca, le denomino Recaudador Subalterno (4) porque todos los papeles que conforman ese fajo tienen esa referencia, se levantó en el último trimestre de 1853, en él aparecen cinco distintas propiedades que llevan por nombre el de San Antonio: 1.- Rancho de San Antonio de 1.5 fanegas, propiedad de Cruz García, valuado en $155.00 pesos: 2.- Rancho de San Antonio de 5 fanegas, propiedad de Ignacio González, valuado en $480.00 pesos; Rancho de San Antonio de 1 fanega, valuado en $144.00 pesos. Aparentemente esos tres ranchos, que, por su dimensión podemos considerarlos como milpas, están ubicados en la parte sur del río. Sigue luego un rancho que lleva por nombre el de San Antonio Vanzimitiro de 13 caballerías, propiedad de Ramón Valdespino, valuado en $8750.00 pesos, se localizaba por el rumbo del arroyo Feo. Y hay uno que, aunque de nombre rancho, bien podemos considerar que es el antecedente de la hacienda de San Antonio, con 7 caballerías de extensión, propiedad de Tomás Puente, valuado en $5,525.00 pesos.
Las Leyes de Reforma se habían proclamado, muchas propiedades rurales cambiaron de manos, el documento anterior fue levantado antes de que se dieran estos hechos, para 1864 se levanta en Salamanca el Padrón general de fincas rústicas (5), allí vemos que un tal Joaquín García había acumulado cuatro propiedades, habían otros dos García: Mateo y Nicolás. con dos propiedades cada uno, haciendo un total, en la familia García de ocho ranchos y haciendas, algunas de ellas de las más grandes de la zona. Las propiedades que contaba Joaquín García eran las de Guanajuatillo, Ancón, San Rafael de Uruétaro y San Antonio; ¿habrá sido ese San Antonio la Hacienda que estamos estudiando? posiblemente sí, pero entonces, en ese 1864, había un San Antonio más, San Antonio Bachachán, propiedad de Vicente Urbina, valuado en $1.700.00 pesos.
Un censo anterior elaborado por el Dr. Peñafiel, en 1887 (6), nos dice el número de habitantes que había en cada finca rural de Salamanca, y allí se menciona que la Hacienda de San Antonio contaba con 134 moradores, convirtiéndola en la número 15, por su población, de las 24 existentes en ese entonces. Cabe mencionar que en el mismo registro está la propiedad vecina, el Rancho de Chávez, marcado como tal, como rancho, y en él vivían 253 personas. En 1900 se hace un censo previo al oficial, esto para relacionar la información de producción agraria en la municipalidad de Salamanca (7), allí se menciona a la Hacienda de San Antonio con una extensión de 363.27 hectáreas, valoradas en $10,518.25 pesos; complementando la información de ese año, los datos del censo oficial, que don Pedro González (8) anota: 123, divididos en 67 hombres y 56 mujeres.
Sabemos bien que, para 1910 las cosas no andaban nada bien en México, el detonante fueron los excesivos gastos en los festejos del Centenario y, más aun, la proclamación de Porfirio Diaz como presidente de México en una elección por demás controlada, estallaría la Revolución y al poco vendría el reparto agrario, de la Hacienda de San Antonio, no tengo mayores datos pero, seguramente, como tantas propiedades rurales en Salamanca, estas pasarían a otras manos. Hoy esos rumbos son la Colonia Guanajuato.
En este mapa, que deduzco es de 1890 aproximadamente, dado que aparecen marcados los tramos del Ferrocarril Central Mexicano, así como el de la Burra a Valle, vemos, además, los caminos trazados con línea oscura los principales, ese que venía de Irapuato y el que salía a Valle de Santiago, con línea doble aparecen los caminos secundarios y es algo que debemos ver con atención. Aquí aparecen indicados tres puntos: el Rancho de San Juan, que se refiere a lo que hoy conocemos como San Juan de Razos, el Rancho de Chávez, que ya mencionamos y, ya como Rancho, el de San Antonio.
Ese camino que va a Valle, marcado en línea oscura, de pronto se empata a la vía de la Burra, y luego de pasar cerca del Rancho de San Antonio, comenzaba un camino secundario, que iba al Rancho de la Cal, pasando cerca de la Hacienda de Santo Domingo y terminar en el Rancho de San Joaquín. Vemos cerca del trazo de la Burra, el rancho de Palo Blanco, sin lugar a dudas la vocación de Salamanca era netamente rural.
Fuentes:
1.- Peñafiel, Antonio. Estadística general de la República Mexicana. Tomo VII. Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, México, 1892.
2.- Carrillo Cázares, Albeerto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán, 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp.415-427.
3.- Castro Rivas, Jorge Arturo. Relación histórica de la Intendencia de Guanajuato durante el periodo de 1787-1809. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1998. pp.162-163
4.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca, Caja 84. Censos y Padrones.
5.- Ibid.
6.- Peñafiel, Antonio, Estadística general de la República Mexicana. Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento. México, 1887. pp.141-154
7.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca, Caja 84. Censos y Padrones.
8.- González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Tipografía de la Escuela Industrial Militar. Guanajuato, 1904. p.197
9.- Los mapas vienen de la Mapoteca Manuel Orozco y Berra
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