viernes, 4 de septiembre de 2015

San Juan de Sahagún, santo titular del templo agustino de Salamanca, Guanajuato

   Seguramente, tú que vives en Salamanca has entrado montones de veces, por no decir que cientos, al templo de San Agustín, templo que es, efectivamente de la Orden de San Agustín pero que está dedicada a San Juan de Sahagún y que por ser de los agustinos, al templo y al convento siempre lo referimos como "San Agustín", siendo que deberíamos decir de "San Juan de Sahagún". Y hay un detalle que lo confirma, es esta escultura, este "bulto" que, como marca el canon, está al centro, en la parte más alta del altar mayor, se trata del santo de Salamanca, España, San Juan de Sahagún.

   El altar mayor del templo de San Juan de Sahagún tiene, efectivamente a San Agustín, además de estar representada su madre, Santa Mónica. Al centro aparece la Virgen del Socorro, titular de la Orden en su Provincia de San Nicolás de Tolentino. Entre ésta y San Juan de Sahagún hay un medallón que representa a San Rita, lo podemos identificar por el estigma en mitad de la frente. Al adentrarnos al estudio de este templo vemos que son una buena cantidad de santos agustinos los que aparecen en los retablos, pero volvamos al caso de San Juan de Sahagún.

   El nombre de este santo era Juan González del Castrillo, nació en la villa de Sahagún, en la provincia de Castilla y León el 24 de junio de 1430, murió en Salamanca, España, el 11 de junio de 1479. Estudió en el Monasterio de San Benito en su ciudad natal, luego pasó al Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca (nótese otra coincidencia, al aparecer el santo patrono de Salamanca, Guanajuato), para luego entrar en el Monasterio Agustino de Salamanca. Allí ocurre un episodio que se dice es milagroso: "cuentan las crónicas que un niño se cayó a un pozo profundo, pero Juan echó su cíngulo, que llegó hasta donde el niño pudo tomarlo. Entonces el santo hizo subir el nivel del agua hasta que el niño llegó a la superficie. El milagro se recuerda en la calle donde ocurrió con el nombre de la calle: Pozo Amarillo". Esto del pozo y el cinto quedará asociado a los atributos con que reconocemos al santo. 

   La fachada del templo que conocemos como San Agustín, pero que en realidad se llama de San Juan de Sahagún, es bastante sobrio, sencillo. Hay seis nichos en los que solamente han sobrevivido dos estatuas. Desconocemos cuál habrá sido el paradero de las otras cuatro y se ha dificultado el reconocimiento de esas dos imágenes que encontramos allí, pero ya podemos afirmar algo: que allí a la derecha, aparece San Juan de Sahagún.

   Al centro, en la parte alta hay un Cristo, quizá ese elemento sea lo único que sobrevive del templo primitivo, bien sabemos que el que actualmente conocemos es una segunda construcción que hubo, luego del vetusto templo de adobe y techo de paja. Estas representaciones de Cristo en las fachadas corresponden a las últimas décadas del siglo XVI y primeras del siglo XVII, no del XVIII cuando el templo fue ricamente adornado.

  Viendo esta estatua, que es la de San Juan de Sahagún, localizada a la derecha (poniente) de la fachada principal, leemos el final de la vida del santo: "Murió de forma violenta. Sucedió que el comendador de la ciudad tenía una amante. Al escuchar los sermones de San Juan de Sahagún en la en la iglesia de San Blas, decidió apartarse totalmente de la querida, quien despechada amenazó con quitar la vida de San Juan antes de que finalizara el año. Unos dicen que mandó envenenar la comida del santo. Otros, que contrató a un sicario para que lo apuñalase con un estilete untado en ponzoña. Sea como fuere pereció emponzoñado a los 50 años. Sus restos fueron enterrados en la Catedral Nueva de Salamanca, aunque hay reliquias suyas en Sahagún y en varios otros lugares del mundo".

  Del lado izquierdo está la otra estatua que sobrevive. Seguramente se trata de San Nicolás de Tolentino, debido a que en su mano izquierda lleva un plato, según la iconografía oficial de este santo, allí debería estar una perdiz o paloma, en la mano derecha porta algo, quizá sea uno de sus panecillos, a esta imagen la debemos estudiar con más detenimiento. Volvamos a lo que hoy nos ocupa: la imagen de San Juan de Sahagún.

   "Atributos: cáliz con la Sagrada Forma, pozo con niño dentro y la palma del martirio pues así se le considera debido a su muerte por  envenenamiento. Se le representa siempre con amplia tonsura, joven y sin barba. Viste el hábito negro de su Orden, con mangas anchas y ceñido con un cinturón. Lleva esclavina con capucha y en ocasiones sobrepelliz sobre el hábito cuando se le representa como canónigo. La imagen de tipo devocional es la más frecuente, a menudo asociado con otro santo agustino, Santo Tomás de Villanueva." (1)

  Efectivamente, la escultura que hoy nos ocupa cumple con todo lo estipulado: rostro joven, tonsura, el Cáliz y si bien no está sacando al niño del pozo, con su cíngulo, al ofrecerlo está sacando a las almas de purgatorio, a las almas salmantinas que pasan delante de tantas maravillas que tenemos en el centro histórico y que, simplemente... las ignoramos.

  Esta es otra escultura que hay en Salamanca de San Juan de Sahagú, se localiza en la torre poniente, en donde están todos los santos agustinos, pues en la oriente están los Apóstoles.

Fuente:

1.- Carmona Muela, Juan. Iconografía de los Santos. Ediciones Istmo, Madrid, 2003. pp.254-255

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