Al menos han habido un par de publicaciones sobre las calles de Salamanca, de cómo han ido cambiando de nombre. Hay un documento en el Archivo Histórico fechado en 1880 y tantos que menciona de los trámites que se hacían para rendir honor a los héroes locales y poner su nombre el las calles dónde habitaron, y así fue como la de Marte cambió a Tomasa Estéves, la de Las Flores a Andrés Delgado y otra más que no recuerdo cómo se llamaba antes pasó a ser Albino García. Luego, en las exhortaciones que se hicieron antes de las Fiestas del Centenario se pidió que las calles principales de las poblaciones mexicanas llevaran el nombre de Hidalgo, Morelos, Aldama, Abasolo, Allende y varios más. Eso fue llevado fielmente en Salamanca, antes en 1906 se dictaminó que una de las calles del centro llevara el nombre de Juárez, eso aplicó para todo el país.
Hay calles que llevan nombres en la actualidad que aun nos recuerdan los viejos nombres, como Cazadora, Pasajero, y varias más. Había una que se llamaba La Fortaleza, pues allí estaba esa fábrica, luego cambió en los setenta por Lázaro Cárdenas. Muchas otras calles han ido cambiando sus nombres, algunas, las menos, lo conservan desde hace un siglo o poco más y, ante el crecimiento de la ciudad, de pronto nos topamos con una calle de nombre Miércoles, supongo las hay con los otros días de la semana...
El clasicismo griego sobrevive en Vulcano y Neptuno, pero desapareció Marte. Obregón, por ejemplo, antes se llamó Porfirio Díaz y Revolución se llamaba Relox.
Júpiter es otra que nos remite a esas deidades griegas o, en todo caso, a los planetas, con la salvedad de que Vulcano no es planeta alguno.
Fue casi al finalizar el siglo XIX que comenzó un fuerte movimiento en la ciudad de México por recuperar nuestra raíz indígena, y se decretó que se le diera su lugar al último Emperador Azteca, fue así que una calle de apenas tres tramos más bien pequeños lleva el nombre no de Cuauhtémoc, sino de Cuauhtemotzin.
En las comunidades rurales hay un modo particular de nombrar las calles, más allá de los héroes nacionales, en las Palomas está la calle Montenegro, en Cerrogordo la de Argomedo... eso las liga a sus propios momentos en la historia, pero en Valtierra vemos una que se llama Che Guevara.
Y otra, ni más ni menos que Pedro Infante... así las cosas, al andar por las calles de Salamanca...
Calle Otoño, Colonia Praderas del Sol.
Calle del Padre Marocho, quizá el personaje más enigmático en la historia salmantina.
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