martes, 22 de marzo de 2016

Como alma que lleva el diablo, quizá el refrán más conocido

  La expresión es, sin lugar a dudas, de las más difundidas, todo esto debido a que, dada la religiosidad que hay en México, la idea del diablo, estuvo siempre presente y, como el diablo era una amenaza para niños, para pecadores, para beatas damas, se creía que ese maligno ser andaba siempre a la caza de almas y una vez que tenía la presa en sus manos (o garras) la llevaba a la carrera... al infierno, sitio de morada del maligno, así pues, "ir como alma que lleva el diablo" es, sencillamente, andar a toda prisa.

  Cabe mencionar que la imagen del santo cabalgando se refiere a el Apóstol Santiago en su advocación de "matamoros" que en México hubo un tiempo, en la conquista, que se le nominaba como Santiago mataindios, cosa nada grata, por cierto. Y esta segunda imagen sí que es el maligno, ese que aparece debajo de los pies de Nuestra Señora de la Luz, derrotado, dado que el demonio se le considera la oscuridad, las tinieblas.

  Otra representación del demonio la vemos con el Arcángel San Miguel, que lo derrota, razón por la cual en muchas de las poblaciones de los primeros años del virreinato hay un emblemático "Cerro de San Miguel", sitio desde el que San Miguel vigila las almas... de todos.

Nota: la primera imagen corresponde a la Parroquia de Santiago en Cuautla, Morelos: la segunda al templo de la Compañía en Guanajuato; la tercera a la Parroquia de Santiago en Valle de Santiago, Guanajuato.

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