domingo, 20 de marzo de 2016

La industria textil: Obrajes y élite en San Miguel el Grande

   Hablando de la historia comercial y económica de Salamanca, del tiempo de la Revolución hacia atrás, vemos que dos eran los giros más importantes que había, en ellos se cimentaba la riqueza de la localidad. Sin lugar a dudas los Labradores, (ese era el término que en el siglo XIX y antes se usaba para designar a los Agricultores) y los Tejedores eran las dos actividades principales, de allí se derivaban otros más, pues los Tejedores incluían a reboceros, y a todos aquellos asociados con la actividad textil. Será bueno dar una ojeada a lo que era la industria textil en la Nueva España en el último cuarto del siglo XVIII. Lo que hoy comparto es el caso sucedido en San Miguel el Grande, ese que conocemos actualmente como de Allende.

  "El poblado de San Miguel el Grande se hallaba a dos días de Querétaro en viaje a Caballo. La expansión de sus obrajes empezó después de 1740. La producción local de lanada declinó cuando las haciendas circundantes se dedicaron al cultivo de cereales, y en cambio hubo que comprar lana en Dolores, que también abastecía a Querétaro. La expansión de San Miguel como centro comercial estuvo unida a la creciente prosperidad de las haciendas locales y a la demanda cada vez mayor de los campamentos mineros de Guanajuato. Los primeros beneficiarios de la expansión económica formaron una compacta y próspera élite criolla compuesta esencialmente por familias como las de Sauto, Canal, Landeta, Lanzagorta, Uzcanga y Allende.

  "El progenitor de una de estas familias, don Baltazar de Sauto, nació en 1710 en el valle de Oquendo, en Álava. Ya se encontraba en Nueva España a la edad de 15 años, acaso fuese don Severino de Jáuregui quien trajo a Sauto a San Miguel pues también Jáuregui era inmigrante, y propietario del obraje del lugar. Sauto casó con su hija la criolla doña Juana Petra y adquirió así el obraje. A mediados de la década de 1740, Sauto era ya un magnate local, poseedor de haciendas, ganado y una tienda en San Miguel. Su empresa estaba bien integrada. Sauto llevaba vellón de la hacienda al obraje, y usaba trabajadores del obraje en sus empresas agrícolas. A mediados de la siguiente década el obraje operaba con 22 telares.

  "Como otros provincianos que poseían obrajes, Sauto ocupó el cargo de Regidor y de Alcalde Ordinario. Asimismo era miembro de la milicia local y administrador de la alcabala en San Miguel antes de la incorporación de la alcabala como función de la burocracia real. También el asentista local del alumbre, sin cuyo aguafuerte no podía teñirse casi ningún textil. Dicho discretamente, Sauto estaba bien colocado y era poderoso. Tal vez fuese inevitable que su creciente poder e influencia amenazaran a sus competidores de San Miguel. Sus “enemigos” (éste es el término empleado por Sauto) eran miembros de las familias Canal y Landeta, tan ricas y poderosas como él mismo. Por ejemplo Francisco José de Landeta, originario de San Miguel, llegó a ser primer conde de Casa de Loja en 1753. Dos de sus hijas, doña Francisca y doña María Anna, casaron con hijos de Manuel Tomás de la Canal, otro opulento criollo nacido en la ciudad de México en 1771, hijo de don Domingo de la Canal, poderoso miembro del Consulado. En conjunto, los Canal y los Landeta poseían casi 40% de los telares que había en la ciudad a mediados de la década de 1750. Además los miembros de sus familias ocupaban importantes cargos municipales, habían comprado asientos en el cabildo, y durante un tiempo ocuparon el puesto de Alcalde Mayor. Los Canal y los Landeta también estaban asociados con otra familia, los Lanzagorta, prósperos comerciantes, hacendados y ganaderos cuyas propiedades estaban cerca del pueblo de Dolores. Los textiles, el comercio y la ganadería eran las empresas que daban poder y riqueza a San Miguel el Grande.

  "Todas estas familias se vieron envueltas en un gran conflicto por causa del obraje de don Balthazar de Sauto, conflicto que duró de 1758 a 1771. No están muy claras las causas precisas del conflicto, pero Sauto consideró que sus “enemigos” otra de las familias conspiraban por envidia y despecho contra él, aunque don Balthazar fue formalmente acusado por el visitador de dar mal trato a los trabajadores de su obraje. En lo más caldeado de la lucha, Sauto fue encarcelado en Puebla y el joven inspector enviado para emprender acción contra él, don Diego Antonio Fernández de la Madrid, se casaba con un al hija de Manuel de la Canal. Esta inspección culminó en una cédula que ordenaba clausurar el obraje de Sauto, pero Sauto desafió la orden y obtuvo de la Audiencia una moción de obedezco pero no cumplo para impedir la clausura.

  "El asunto pasó, pero dejó demostrado cuan rápidamente la interdependencia podía convertirse en caos cuando resultaban abrumadores las tensiones de la competencia. En San Miguel, estas tensiones acaso se originaron por la escasez de mano de obra, recursos y capacidad empresarial, cuando el número de obrajes en operación se duplicó con creces entre 1744 y 1755. Además, no había allí Gremio que resolviera conflictos o que uniera a los productores ante unas autoridades civiles adversas a ellos. Desde esta perspectiva, los competidores de Sauto actuaron para acosar a un advenedizo que se había colado entre ellos, y para reducir la probabilidad de una mayor regulación o una represalia virreinal contra todos ellos. O acaso Sauto estuviese mentalmente perturbado: alguna de sus acciones desafían toda explicación racional. Pero toda una década de desorden claramente causó daño a los obrajes de San Miguel, solo uno o dos que producían las telas de lana más finas continuaron operando hasta el fin de siglo." (1)

  En entradas posteriores seguiremos analizando el asunto textil de Nueva España, con la intención de darnos cuenta de lo importante que era y la fuerza que llegó a tener, considerando que en Salamanca la producción textil fue sumamente importante y en la actualidad se encuentra casi en el olvido lo que eso fue. Las fotos que incluyo son de la pasada Octava de Corpus, en donde aun sigue participando el Gremio Textil.

Fuente:

1.- Salvucci, Richard J. Textiles y capitalismo en México. Una historia económica de los obrajes, 1539-1840. Alianza Editorial. México, 1992. pp. 134-137

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