Esta era la Plaza de la Penitenciaría que, para 1950, cuando tomó la fotografía un señor de apellido Smitters, ya se conocía mejor como la Plaza de San Agustín, sitio en el que estaba el pozo artesiano que surtía de agua potable a las casas del centro, aquellas que no contaban con su propio pozo. Dicen que el agua brotaba caliente, ideal para el baño. El pozo se alcanza a ver en la parte de la derecha, abajo. Alcanzamos a ver algunas de las bancas que habían sido donadas por algunos ciudadanos y sus nombres aparecían en los respaldos.
Las siguientes fotografías, en blanco y negro, son anteriores, tomadas, aparentemente, en las dos primeras décadas del siglo XX. La que vemos ahora corresponde a la puerta lateral. Vemos al lado izquierdo una construcción que desconozco cuál era su uso.
Así quedó el claustro mayor luego del paso de las tropas Villistas y Carrancistas.
Al ver con atención los retablos del lado oriente, notamos, entre ellos los confesionarios, muy elaborados, al modo barroco de todo el conjunto.
El altar de crucero de lado oriente, que ahora tiene al centro la imagen de Guadalupe, que se dice es obra de Miguel Cabrera, no está ahí, en su lugar vemos una Dolorosa.
Cuando el órgano funcionaba, estaba colocado del lado poniente.
Las bancas desaparecieron durante la Revolución, quizá se convirtieron en leña.
El retablo del crucero poniente, dedicado a San José. Notamos la ausencia de bancas, solo una sillería colocada de forma peculiar.
Nota: Las imágenes las obtuve de la Medioteca de la Secretaría de Cultura, las estoy usando sin fines de lucro y solamente para difundir lo que era el patrimonio material que había en Salamanca, Gto.
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