miércoles, 3 de mayo de 2017

La buena, la mala y la peor... las canoas y el río Lerma

    La buena es que, debido al cambio climático en que estamos inmersos y a la temporada de estío extrema que vivimos, el nivel del río Lerma está muy bajo, quizá 9 centímetros apenas, esto me dio la oportunidad el día de hoy de ver algo que nunca había visto, quizá por el caudal más alto y la maleza... o porque no le había puesto atención. Y ahora sí que vemos con claridad la otra parte del embarcadero, el que era el más grande de todos y tal vez el más nuevo, pues en los años veinte y treinta, incluso pasaban carros en la canoa y tal vez era aquí en donde embarcaban... o desembarcaban.

  La mala.. o malas... por un lado que, a pesar de ser una obra del siglo XIX que fue tan bien construida que ha soportado 5 inundaciones y corrientes de fuertes en las ocasionales crecidas que el río tenía a lo largo del siglo XX, no ha sido rescatada y normalmente no se menciona el estupendo vestigio que contamos en Salamanca.

  La peor... debido a este alarmante bajo caudal que lleva el Lerma, surgen esta suerte de islotes que nos dejan ver la cantidad de llantas que el río va acumulando al paso por la zona urbana... que igual han sido arrojadas aquí o que han sido arrastradas hasta acá... no me puedo imaginar lo que será el desagüe del río en la laguna de Chapala.

  A lo que no puse atención fue al terraplén que llegaba a la mitad del río para cruzar los vehículos. ¿Seguirá allí?


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