Curioso retrato de José María Morelos encuentro y es precisamente de Morelos que veremos como sus ideas, sus actos, tuvieron repercusión en buena parte de México, incluida la entonces Villa, la de Salamanca, en consecuencia a lo ocurrido en Apatzingan, sitio en el que se proclamó la primera Constitución de México en la que, entre otras cosas establecía, al documento se le conoció como Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana y fue promulgado en Apatzingán el 22 de octubre de 1814. En su elaboración participaron, además de Morelos, Andrés Quintana Roo, Carlos María Bustamante e Ignacio López Rayón, fue este el primer intento de darle una forma a la naciente Nación Mexicana.
Poco tiempo después, al enterarse el Virrey, Félix María Calleja de la emisión de este documento, su furia fue tal que mandó por Bando, una serie de prohibiciones en cuanto a libertad de prensa y de expresión se refiere. Ese Bando conocido por su fecha de redacción, 24 de mayo de 1816, es uno de los escritos más exacerbados que Calleja firmara, y comienza de esta forma:
"Llegó por fin el caso de que los rebeldes de estas provincias quitándose de una vez la máscara con que pretendían disfrazar el verdadero objeto de su conducta atroz y alucinar a los incautos, se han mostrado a la faz del mundo como unos traidores descarados, negando resueltamente la obediencia al rey nuestro señor, declarando la independencia de la Nueva España, y atacando con escándalo las prácticas y derechos de la Iglesia.
Así consta en varios papeles por el llamado congreso Mexicano, y otros cabecillas en Apatzíngán y Taretan, que me han remitido de diferentes puntos varios comandantes militares.
Son estos documentos una ridícula constitución que aparece firmada por once rebeldes que se nombran diputados, en Apatzingán a 22 de octubre del año último: una proclama con que la dieron a luz en 23 del mismo mes y año: un decreto para la publicación y juramento de aquella en 25 id.: dos proclamas del apóstata Cos: otra de la junta insurreccional, y un calendario para el presente año."
El Bando continúa de la misma forma, es más que claro que Calleja estaba molesto en extremo, luego ordena lo siguiente:
1.- Que en la mañana de hoy después de la publicación de este bando se quemen en la plaza pública por mano de verdugo y a voz de pregonero los papeles que van relatados por incendiarios, calumniosos, infamatorios, contrarios a la soberanía del rey nuestro señor y a sus augustos derechos, a las, potestades eclesiásticas y a las prácticas de nuestra santa madre iglesia, previniendo que igual demostración se haga por los señores intendentes, de acuerdo con los comandantes militares en las capitales de provincia, con los primeros ejemplares que lleguen a sus manos, remitiendo a esta superioridad testimonio de haberlo verificado, y dirigiéndome después con toda precaución y seguridad los demás que respectivamente adquieran o cojan: lo cual harán sin detención todos los jefes y autoridades subalternas, tanto civiles, como militares y eclesiásticos que residan en pueblo y jurisdicciones foráneas.
y remata de este modo:
9.- Los testimonios de los ayuntamientos se me dirigirán inmediatamente por sus presidentes, y los respectivos a las jurisdicciones foráneas se remitirán por las justicias a sus intendentes quienes luego que tengan reunidos todos los de su provincia, los pasarán a mis manos, sin demora, para que se publiquen íntegros ó en extracto, según parezca conveniente por esta superioridad, y se remitirán al rey nuestro señor para satisfacción de los pueblos y confusión de los rebeldes; a cuyo efecto encargo a los referidos señores magistrados la brevedad en el cumplimiento de esta providencia. (1)
El Bando es muy interesante, te sugiero leerlo completo, seguramente encontrarás algunas respuestas a dudas que se van creando para entender mejor lo sucedido en mitad de la guerra de Independencia.
Y si la promulgación de la Constitución de Apatzingán molesto al virrey Calleja, la publicación del Bando molestó a la Iglesia pues atacaba su área de acción, en cuanto a prohibición de libros se refiere:
"A pesar de que el llamamiento de la Inquisición era para formar un frene unido contra la insurgencia, más bien contribuyó a dividir aun más a los organismos políticos del régimen realista, pues a la declaración de intenciones arriba mencionada siguió una disputa de jurisdicción con el virrey y el cabildo de la arquidiócesis de México. Esta disputa tuvo su origen con un Bando publicado por Calleja el 24 de mayo de 1815, en el cual condenó a la prensa insurgente y ordenó que se denunciara a sus autores ante los tribunales civiles. La inquisición consideró esta orden como una invasión de su jurisdicción, y por ello a los cuatro días de la publicación del Bando el Cabildo de la Catedral de México, encabezado por el deán Beristáin, emitió por su propia iniciativa un edicto diocesano en el que se condenaba la Constitución Insurgente de Apatzingán. Flores apeló a Madrid el Consejo de la Inquisición el 9 de junio, contra lo que según él eran dos violaciones de las prerrogativas del Santo Oficio; acusó a Calleja ante el gobierno de la metrópoli de haber tratado con desdén al mencionado Santo Oficio, tratando de sugerir que el virrey no había recibido con agrado el restablecimiento de la Inquisición por haber sido él mismo la autoridad que llevó a efecto su disolución ordenada por las Cortes en el decreto respectivo de 1813. Respecto al embargo de la propiedad del Santo Oficio en aquella ocasión, alegó Flores, Calleja "se había portado muy mal", y según él la restauración de la Inquisición de México era muy imperfecta por la poca cooperación proporcionada por el virrey". (2)
"En el bando se ordenaba también que se dejaran de usar las palabras "insurrección e insurgentes" para nombrar a los partidarios de la revolución y en adelante se deberían de emplear, tanto verbalmente como por escrito, las palabras "rebelión, traición, traidores y rebeldes" para referirse a los insurgentes. Lucas Alamán señala que al finalizar la lectura del bando y como una "solemne declaración de guerra", en el interior del palacio virreinal se levantó un tablado en el que se quemó la Constitución de Apatzingán y demás papeles. Acto presidido por el virrey y los ministros de justicia. Véase de este autor, Historia de México, desde los primeros movimientos que prepararon su Independencia en el año de 1808 hasta la época presente. México, FCE, 1985, T-IV, pp.174-176". (3)
En primera lectura vemos un largo espacio entre que la Constitución es publicada en Apatzingan y la reacción que el virrey tiene en la ciudad de México, la explicación la encontramos en Lucas Alamán, me llama la atención la frase "anarquía y desorden en que se hallaban los insurgentes"
"No tuvo el virrey noticia de la constitución promulgada en Apatzingán, hasta algunos meses después de su publicación por los ejemplares que comenzaron a circular en México, y aunque afectó verla con desprecio, se irritó sobremanera por haberse formado y publicado al mismo tiempo que se había anulado y proscrito la de las Cortes, y aun llegó a temer que el gobierno establecido por ella, viniese a ser un punto de unión que pusiese término a la anarquía y desorden en que se hallaban los insurgentes, que tan favorables eran para sostener la causa realista. En consecuencia, habiendo pasado la constitución y otros papeles que se le habían remitido por varios comandantes militares a consulta del real Acuerdo, de conformidad con el voto que ese le dio el 17 de Mayo del año siguiente, por bando publicado en Méjico con toda la solemnidad de bando real el 24 del mismo, en atención a que con aquellos procedimientos se había puesto de manifiesto el objeto definitivo de la revolución, mandó que en aquel mismo día se quemasen por mano de verdugo en la plaza mayor la constitución y demás papeles que con ella habían recibido, y que lo mismo se verificase en todas las capitales de provincia, remitiéndosele todos los papeles de igual naturaleza que en lo sucesivo viniesen a manos de las autoridades, debiéndolos entregar dentro de tercero día todos los que los tuviesen, bajo pena de la vida y confiscación de bienes si los retuviesen pasado aquel termino..." (4)
Viendo el mapa de 1817 que incluye Lucas Alamán en su Historia de Méjico, Tomo III, pg. 580, en el que colorea en rosa la zona en poder de los Insurgentes, la cual corresponde, entre otros, a toda la Intendencia de Guanajuato, pasamos al documento que nos deja ver cuales fueron las repercusiones del Bando del 24 de Mayo del virrey Calleja en la Villa de Salamanca:
"En la Villa de Salamanca a 2 de Agosto de 1815: el muy ilustre Cabildo, justicia y regimiento compuesto de los Sres. Presidente Teniente Coronel D. Manuel de Iruela Zamora comandante militar y político de ella y su jurisdicción, regidores D. José Tomás Machuca y D. Plácido Soldevilla, con asistencia de D. José Bernardo Barriga procurador general provisionalmente nombrado por ausencia del propietario, estando juntos y congregados en la sala capitular de sus acuerdos, presente así mismo el Sr. cura párroco de éste partido Dr. D. José María Cenón, y los vecinos principales así eclesiásticos como militares y seglares para dar cumplimiento al superior bando publicado en la Corte de México a 24 de Mayo del corriente año, se hizo a todos presente, y siendo exhortados a que manifestasen su sentir sobre la insolente y execrable constitución firmada por once rebeldes, que aseguran ser depositarios de la voluntad general de las provincias de este reyno, dixeron: que no han jamás sus poderse ni directa ni indirectamente á los pérfidos obstinados rebeldes, cuya temeraria y muy atrevida constitución, no menos que sus infames, escandalosos, sacrílegos papeles contrarios en un todo á las sagradas potestades que intentan osadamente destruir, han visto con horror y con la más justa indignación, admirando los criminales excesos a que han llegado los pérfidos desnaturalizados rebeldes, que han sido y serán por todos los siglos el objeto de la execración y del horror aun de loas más incultas generaciones. Y no pudiendo reprimir los leales sentimientos de su alma, explicaron con el mayor entusiasmo y con las más sensibles demostraciones su constante fidelidad a nuestro augusto y muy amado soberano Sr. D. Fernando 7º (Q.D.G.) en cuya defensa protextaron derramar hasta la última gota de su sangre, con la cual quisieran lavar el negro borrón que han echado los siempre detestables traidores sobre esta América septentrional, exemplar purísimo de fidelidad por el dilatado espacio de casi trescientos años. Últimamente dixeron: que todo cuanto han expuesto lo aseguran baxo la sagrada religión del juramento. En cuyo testimonio lo firmaron conmigo los individuos que actualmente hay en este muy ilustre ayuntamiento y el citado sr. cura párroco con su clero, haciéndolo yo por mi y a nombre de la oficialidad y los vecinos de esta villa, autuando por receptoría con dos testigos de asistencia aceptados y, jurados en forma a falta de escribano público ó real que no lo hay en los términos proveídos por derecho.
De todo doy fe.
Manuel de Iruela Zamora
Vicente Martínez de la Parra
José Tomás Machuca
Plácido Soldevilla
José Bernardo Barriga
Dr. José María Cenón
Br. Ignacio Muñoz Ahumada
Br. Francisco Pablo Castañeda
Lic. Manuel Procopio Alvis
De asistencia:
José María Alvarado
José Vicente Texeda. (5)
Pues no fue solo a las capitales de las Provincias que se publicó el Bando, sino a todas y cada una de las Ciudades, Villas y Pueblos de la Nueva España, entre ellas la de Salamanca, la cual mantiene esa intensidad en el lenguaje que el virrey usa y notamos que la orden ya se había cumplido, eso de no usar más el término Insurgente o insurrecto. Vemos, además, una lista de notables, todos vecinos de la Villa de Salamanca. La cual seguía siendo comandada por el compadre de Iturbide, su fiel, "Zamorita".
Fuentes:
1.- Bando publicado por el virrey Félix María Calleja contra la Constitución de Apatzingán. 500 años de México en documentos. Sitio Electrónico.
2.- Hammet, Brian R. Revolución y contrarrevolución en México y el Perú: 1800-1824. Liberales, realistas y separatistas. Fondo de Cultura Económica, México, 1978. Edición electrónica, 2012, sin números de páginas.
3.- Gómez Juárez, Cristina. Tovar de Teresa, Guillermo. Censura y revolución: Libros prohibidos por la inquisición de México (1790-1819). Trama Editorial. Madrid, 2009. Referencia No. 127
4.- Alamán, Lucas. Historia de Méjico, desde los primeros movimientos que reportaron su Independencia en el año de 1808 hasta la época presente. Tomo III. Imprenta de J.M. Lara. México, 1850. p.174.
5.- Gazeta del Gobierno de México, Del Sábado 13 de Enero de 1816. Tomo VII. Núm. 848. pp.46-47.
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