Esta vez nos vamos rumbo sur al rumbo del Rancho del Calabozo, pero tengo que pasar primero por un punto que muchos temen porque cuenta la leyenda urbana que no es del todo seguro otro que fuera rancho, el La Luz, que ya no es precisamente rancho pues está integrado a la mancha urbana de Salamanca y es, en la actualidad, el barrio de La Luz. Su límite, hacia el sur, es el Libramiento Carretero Sur, ese que se creó allá por los ochenta (creo) cuando se construyó la Central de Autobuses y el crecimiento de la población siguió para aquel rumbo, más allá de la Colonia Guanajuato.
Así que cruzo el libramiento con mucho cuidado, y llego a un camino que me conducirá al Calabozo, paso por un galerón que ahora se les llama Centro de Espectáculos en donde en la noche habrá un espectáculo de Strippers, sí lo leíste bien, de eso ya hay en Salamanca, y los que somos de Salamanca de las generaciones de los años cincuenta asociamos al Rancho del Calabozo con un paseo que en aquellos años "dorados" se hacía a un punto llamado Las Adjuntas, en donde se unían el río de La Laja, con el Lerma, había muchos árboles, sauces, y de otro tipo y el agua, era medianamente limpia, hoy las cosas han cambiado pues, para llegar a las Adjuntas será más fácil ir a la colonia Barlovento que queda a pocos metros de ese que fuera el paseo dominical de muchos.
Aun no se ha asfaltado o pavimentado el camino, he visto que en los últimos años muchos ranchos tienen ya pavimento en sus accesos, este no es el caso, pero está bien "raspado", eso es lo de menos pues voy a pie. Y desde allá, en las inmediaciones del Calabozo, comienzo a ver a Salamanca desde una perspectiva muy distinta a la habitual. Se ven campos ya trillados, en los que la paja ya está empaquetada, son pocas hectáreas las que se ven así, pues la mayoría ya están sembradas con maíz, y el horizonte nos revela la otra cara de Salamanca: los hoteles, como este, que dentro de poco entrará en operación, creo es un City Express o será One, no lo sé aun.
No es Cancún, no es Puerto Vallarta o Los Cabos, los que han logrado ocupaciones arriba del 98%, son los hoteles de Salamanca y de Celaya los que han roto los récords de ocupación, todo esto debido al crecimiento industrial de la región y como se cree (o se creía antes de la caída del precio del petróleo) que ese auge seguiría, el Holiday Inn construyó otra torre de habitaciones, el City Express abrió uno nuevo en la salida poniente sobre Faja de Oro y ese que vemos en la foto está en construcción. Hay otro más que está por abrir, el segundo Aliana.
Hay algo, algo que no acabo de entender, que me encanta al ir caminando entre polvoso caminos. Será el silencio, será el horizonte distinto al urbano, será la tranquilidad, no lo sé, pero me gusta mucho agarrar camino a pie, rumbo a los ranchos, solo que, ahora solo lo hago a los que me quedan cerca, por cerca entiendo aquellos en los que caminaré tres horas de ida y vuelta, antes mi rango de distancias era mucho mayor y me hacía con facilidad ocho horas de caminata sin parar... el tiempo pasa y los caminos se acortan.
Desde este rumbo veo el Cerro de la Cruz muy diferente a como con regularidad lo vemos desde la carretera a Valle.
Y las plantas industriales, las de la agro-química, ya en el abandono, se ven distintas desde estos lares.
De pronto pensé que estas piedras acumuladas serían alguno de los tantos adoratorios que pueblan el Bajío, la verdad ni me quise acercar ni indagar más... pero estos son los rumbos de Uruétaro, que fue una comunidad purépecha, y de Comaleros.
La Refinería con sus habituales humaderas que dicen ser (oficialmente) vía Twitter "...solo vapor de agua.." ¡si como no!
Y va esto para mis buenos amigos de Houston o de otros lugares en los USA que se fueron de por acá en busca de una mejor vida por allá. Y por acá este es el crecimiento sureste de Salamanca... y sigue.
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