Cada ciudad en México tiene sus particularidades y guarda sus secretos. Salamanca no es la excepción. El día de hoy recorreremos en un ejercicio fotográfico tres diferentes lugares en donde, por circunstancias distintas, se logró crear el ambiente propicio para ver y no ser visto, para espiar en todo caso. El lugar que veremos primero es la celosía por donde los frailes agustinos en clausura (si es que los había) podrían atender la misa en el templo de San Agustín. Luego veremos la puerta principal, ese especie de biombo que se localiza a la entrada del templo del Señor del Hospital. Finalmente veremos la celosía ubicada en la que fuera la portería del convento agustino de San Juan de Sahagún en su claustro menor...
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